miércoles, 31 de octubre de 2012

Un minuto de ilusión


El Palencia remonta dos goles a la Arandina para empatar un encuentro loco en La Balastera (2-2)

El Palencia ha logrado sacar un punto este domingo, después de remontar los dos tantos iniciales de la Arandina (2-2). El equipo de Kiko Sánchez, que seguirá siendo el entrenador del equipo palentino al menos una semana más, ha logrado nivelar un partido imposible en un minuto mágico en el que Sunny ha cabeceado por dos veces a la red.
Los jugadores locales han pasado por distintos estados de ánimo a lo largo de noventa minutos, en los que comenzaron cabizbajos ante la superioridad manifiesta de los ribereños y terminaron con la sensación de que los arandinos se escaparon vivos de La Balastera.
El equipo burgalés inició el encuentro mandando. Siempre lo hizo en la primera mitad, pese a que el Palencia pudo empatar el tanto inicial de Gustavo (min. 9) en la recta final de este periodo si Pucho no se hubiera liado delante de la línea de gol cuando el público ya celebraba el empate. No acertó, y la Arandina pudo ampliar su renta. Tampoco atinaron hasta la segunda mitad, cuando de nuevo Gustavo –de lo mejorcito de la categoría– recibió un balón en el área, se revolvió y fusiló al meta Carlos, que sustituyó al aún renqueante Alberto en la portería palentina (min. 55)
El minuto de oro
Al Palencia, al que los arandinos ya daban por muerto y al que ya enterraban en cada acción, le bastó un minuto para recordar a aquel equipo que mantuvo la categoría el pasado año deportivamente –otra cosa fue lo sucedido en los despachos–. Félix, en su mejor segunda parte como morado, se sacó un centro 'a lo Beckham' y Sunny acortó distancias. Era el minuto 62, y los locales crecían. Vaya si lo hicieron, cuando solo un minuto después, Álvaro –también sobresaliente este domingo– centraba de nuevo y los centrales ribereños no acertaban a despejar. Primero fue Pucho el que trató de cabecear. Agua. Pero Sunny, con un salto poderoso, hacía la igualada. Ver para creer.
A la Arandina le entró un ataque de nervios. Las piernas no iban. Tampoco el balón. Enfrente, el Palencia, ya con Rubén Pérez en el campo, parecía otro y a punto estuvo de marcharse con tres puntos de locura, pero el golpeo de Rubén, tras una jugada individual, se fue arriba por poco en lo que pudo ser el segundo minuto de oro de los locales. Con eso hubiera valido.
Un minuto de ilusión
Rubén Pérez trata de rematar.

Fuente: N. de Castilla

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