El Palencia Baloncesto se desplazaba en la tarde de ayer a tierras vallisoletanas para ejercitarse con un partidillo ante el Blancos de Rueda Valladolid en el Polideportivo Pisuerga.
Un entrenamiento algo especial, por el cambio de escenario (este verano las sesiones que dirige Natxo Lezkano se celebran en el Campo de la Juventud, debido a las obras en el Pabellón Marta Domínguez) y también por el rival que tenían enfrente los morados, todo un equipo de la Liga Endesa ACB.
Fue un entrenamiento a puerta cerrada con cuatro minipartidos (cuatro cuartos) para que ambos entrenadores, Lezkano y Roberto González, tuvieran la oportunidad de ensayar diversas situaciones de partido.
Y una tarde en la que el Palencia Baloncesto volvió a ofrecer un gran nivel competitivo, el que ya mostró el pasado sábado con el Gescrap Bilbao Basket (otro equipo ACB) enfrente. Al otro lado de la cancha se situaba un equipo local que había presentado a su séptima incorporación (Jordi Grimau) al mediodía y a otros tres jugadores (Ian O’Leary, Vytenis Cizauskas y Alhaji Mohammed) el pasado fin de semana. Es decir, que el equipo vallisoletano ante el que se midió ayer el Palencia Baloncesto poco tenía que ver con el que será su rival el sábado de la semana que viene, también en Valladolid, en las semifinales de la Copa Castilla y León, donde será mucho más difícil de doblegar. Porque entonces el equipo local tendrá a sus dos americanos y un base más. También entonces Ian O’Leary podrá medirse en un duelo oficial ante los que el pasado año fueron sus compañeros.
Lo mismo que, en el bando contrario, Jhornan Zamora, el exterior venezolano que está entrenando con el equipo palentino (tras abandonar el vallisoletano) y que podría, si las posturas de ambas partes se acercan, convertirse en jugador del Palencia Baloncesto hasta el mes de diciembre. Posteriormente, desde enero, Zamora tiene un compromiso firmado con un equipo venezolano, el Trotamundos de Carabobo.
Mientras, la directiva también sigue peinando el mercado en busca del último pívot del equipo.
Un entrenamiento algo especial, por el cambio de escenario (este verano las sesiones que dirige Natxo Lezkano se celebran en el Campo de la Juventud, debido a las obras en el Pabellón Marta Domínguez) y también por el rival que tenían enfrente los morados, todo un equipo de la Liga Endesa ACB.
Fue un entrenamiento a puerta cerrada con cuatro minipartidos (cuatro cuartos) para que ambos entrenadores, Lezkano y Roberto González, tuvieran la oportunidad de ensayar diversas situaciones de partido.
Y una tarde en la que el Palencia Baloncesto volvió a ofrecer un gran nivel competitivo, el que ya mostró el pasado sábado con el Gescrap Bilbao Basket (otro equipo ACB) enfrente. Al otro lado de la cancha se situaba un equipo local que había presentado a su séptima incorporación (Jordi Grimau) al mediodía y a otros tres jugadores (Ian O’Leary, Vytenis Cizauskas y Alhaji Mohammed) el pasado fin de semana. Es decir, que el equipo vallisoletano ante el que se midió ayer el Palencia Baloncesto poco tenía que ver con el que será su rival el sábado de la semana que viene, también en Valladolid, en las semifinales de la Copa Castilla y León, donde será mucho más difícil de doblegar. Porque entonces el equipo local tendrá a sus dos americanos y un base más. También entonces Ian O’Leary podrá medirse en un duelo oficial ante los que el pasado año fueron sus compañeros.
Lo mismo que, en el bando contrario, Jhornan Zamora, el exterior venezolano que está entrenando con el equipo palentino (tras abandonar el vallisoletano) y que podría, si las posturas de ambas partes se acercan, convertirse en jugador del Palencia Baloncesto hasta el mes de diciembre. Posteriormente, desde enero, Zamora tiene un compromiso firmado con un equipo venezolano, el Trotamundos de Carabobo.
Mientras, la directiva también sigue peinando el mercado en busca del último pívot del equipo.
Fuente: Diario Palentino
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