Los morados regresaron a unos vestuarios que abandonaron el lunes recogiendo sus enseres. Volvieron con ellos, botas, ropa de entrenamiento, uniforme oficial, y estuvieron entrenando en La Balastera durante dos horas. Hoy, en ese mismo escenario, última sesión preparatoria, tras la cual el técnico Kiko Sánchez, dará a conocer la lista de convocados.
El entrenamiento de ayer no fue uno más. Había moderado optimismo entre los jugadores por el futuro del club. Por lo menos hay un rayo de esperanza. «Por nosotros no va a ser», no paran de comentar. De hecho, los jugadores quieren llevarse talonarios de entradas con el fin de venderlas entre sus allegados. Son conscientes de que el futuro de la entidad pasa porque el domingo haya una buena entrada en La Balastera, que le convenza a Juan Barco Vara para que no disuelva el club y por ello aprovechan cualquier ocasión para pedir a los aficionados que acudan. «No han parado de llamarnos de medios de comunicación nacionales. Eso significa que el Palencia importa y mucho más de lo que nos podemos imaginar», comentaba Pelayo.
En cuanto al partido, se da la curiosa circunstancia que el rival, el Salamanca B, fue el último equipo de Kiko Sánchez antes de recalar en el Palencia. «Es el equipo de mi tierra, quedan varios jugadores que tuve, pero ahora yo defiendo a otro equipo. El partido, con su añadido emocional, lo prepararé como otro cualquiera»
fuente: diario Palentino
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