domingo, 4 de noviembre de 2012

'Rubinho' acaba con la imbatibilidad del líder

goles
1-0, minuto 1: Internada por el centro de Rubén Pérez, que sorprende con una espectacular vaselina desde 30 metros, colándose en el marco de Aurreko, tras golpear el balón en el larguero. 1-1, minuto 3: Contragolpe de Pacheta, que se presenta delante de Carlos, pero juega con Carralero, que acompaña la jugada, marcando a placer. 2-1, minuto 21: Saque de esquina, la defensa visitante no despeja con contundencia, aprovechándose Rubén Pérez para marcar en la frontal del área pequeña.


público
Unos 800 espectadores en jornada matinal lluviosa.
La historia del Palencia dice que en los peores momentos del club es cuando afloran las gestas de sus jugadores y que siempre acaba saliendo del precipicio. Así sucedió con aquel Palencia de Luis Costa que estuvo a un paso de subir a Primera, mientras iba perdiendo jugadores por impagos, o el del año 1986, en el que logró evitar un brutal descenso de trece equipos aunque luego el club se refundase en su filial por las deudas o más reciente en la memoria, lo vivido en estos últimos años. La historia se repite en la actualidad, en pleno Concurso Necesario de Acreedores, pendientes del futuro incierto del club, con jugadores que abandonan su disciplina, el Palencia fue ayer capaz de derrotar al líder, rompiendo su imbatibilidad. Lo hizo, primero a base de buen juego en la primera mitad y posteriormente sufriendo lo indecible las acometidas del equipo de Calderé ,en una segunda parte interminable y agónica en la que hizo valer su ventaja.
Rubén Pérez era primero la novedad y luego el héroe en el cuadro morado, actuando en la media punta, desplazando a Durántez al costado derecho, siempre en su clásico 4-2-3-1.
Rubinho, cuando el balón no había hecho nada más que rodar, lograba adelantar a los morados en una jugada plena de calidad. Pero el Burgos no se vino abajo, al contrario, y dos minutos después lograba equilibrar la contienda en un inicio del encuentro loco. Sí acusó el tanto en contra el Palencia ante un cuadro visitante mejor plantado y que a los diez minutos pudo adelantarse en un mano a mano de Pacheta con Carlos.
En plena vorágine, volvía a marcar el Palencia, que con el resultado a favor desplegó unos brillantes minutos. Los veteranos Serrano, Rubén Pérez, Pelayo, Durántez y compañía sostenían al equipo, le daban empaque y personalidad ante un rival bien armado en todas sus líneas. Incluso Aarón pudo lograr el tercero.
La decoración cambió radicalmente en el segundo acto. Un partido de ida y vuelta como en los primeros 45 minutos, no le favorecía al equipo que iba por delante. Los de Kiko Sánchez se echaron atrás, cedieron descaradamente el balón al rival y el choque se convirtió en un monólogo burgalés. Tan valorable fue el buen juego ofrecido por los morados en la primera parte, como el enorme espíritu de sacrificio y orgullo mostrado en la segunda. Cada metro cuadrado en campo propio se peleaba como si fuese el último balón, tratando de incomodar a un rival que generaba mucho peligro en los balones colgados, aprovechando la altura, fortaleza y en algunos casos calidad de sus jugadores. El empate rondó en varias ocasiones el portal defendido por Carlos, mientras que las contras locales eran inexistentes. Con el pitido final sonó un suspiro de alivio. El Palencia sigue creciéndose en la adversidad y demostrando ser fiel a su historia: un sorprendente poder de regeneración.
fuente. Diario palentino

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