Dos tantos totalmente diferentes. «El primero fue una vaselina. No me lo pensé. Suelo ensayarlo en los entrenamientos. El segundo fue de picardía, quedó el balón muerto y me anticipé a la defensa del Burgos».
Rubinho fue relevado en la segunda parte. «La verdad es que me sentí un poco cansado. Estoy falto de ritmo y minutos y se nota, pero es normal y poco a poco me voy encontrando mejor».
En cuanto al partido ante el Burgos, vio a un buen Palencia. «Sabíamos lo importante que era ganar, porque en caso de perder se nos hubiesen ido a nueve puntos. Hicimos un trabajo defensivo muy bueno. Ellos, con el 2-1, estuvieron bien a nivel ofensivo, pero supimos defendernos con mucho orden y trabajo».
El vestuario ha tomado la determinación de centrarse exclusivamente en temas deportivos, a falta que la situación del club se pueda arreglar. «Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano. Lo demás no depende de nosotros. Confiamos en que las gestiones del administrador concursal lleguen a buen fin».
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