jueves, 29 de marzo de 2012

Las bajas preocupan al Palencia para enfrentarse al Zamora

En plena recta final del campeonato liguero y en una constante lucha por intentar conservar la categoría, el Club de Fútbol Palencia necesita de la totalidad de los componentes de su plantilla para conseguir su objetivo de continuar en Segunda B. Cualquier alteración, bien sea en forma de sanción federativa o de lesión, puede alterar gravemente los planteamientos del cuerpo técnico, sobre todo si se tiene en cuenta que únicamente diecisiete futbolistas forman ahora parte del primer equipo.
En este sentido, y de cara al derbi regional del próximo domingo en el estadio de La Balastera (17:00 horas) frente al Zamora Club de Fútbol, el apartado disciplinario no causará ninguna alteración, pero el físico es probable que afecte a la confección de la convocatoria.
Cuatro jugadores, todos ellos titulares en los esquemas de Ramón María Calderé, sufren diferentes molestias y su concurso ante los zamoranos puede ser vital en el futuro inmediato del Palencia. En este punto, el responsable de los servicios médicos del club palentino, el doctor Ángel González, adquiere un protagonismo especial, ya que de su diagnóstico dependerá en gran medida las decisiones que pueda adoptar el primer entrenador, Ramón María Calderé.
«No lo voy a negar, pero estamos preocupados por la evolución en las lesiones de cuatro jugadores. Aún hay un margen de tiempo hasta el encuentro del domingo para que mejoren, pero los días van pasando y algunos parecen resentirse», indica Ángel González.
Una de las piezas angulares en el engranaje táctico de Calderé, el mediocampista Iván Pelayo, parece que estará a punto para medirse a los zamoranos. «Pelayo padece una tendinopatía aquílea, lo que comúnmente conocemos por una tendinitis. Ha jugado con esa lesión los tres últimos partidos, ante el Alavés, la Arandina y el pasado domingo en Guijuelo, y confiamos en que lo pueda seguir haciendo, aunque sea una lesión molesta y dolorosa», añade el médico.
El panorama, en cambio, se torna más oscuro en los casos del defensa Héctor Granado, el mediocampista ofensivo Rubén Reyes y el delantero Jorge Molino. «Héctor tiene una contusión costal severa, que se produjo en el enfrentamiento ante el Alavés, por lo que tuvo que ser sustituido. No ha jugado ni ante la Arandina ni frente al Guijuelo porque su tratamiento es casi el de una fisura, con un gran dolor. Él tiene unas ganas enormes de reaparecer, aunque yo mantengo mis dudas. Si evoluciona medianamente bien, podrá estar listo», apunta Ángel González.
Otro jugador que se encuentra entre algodones es Rubén Reyes, quien, junto a una tendinopatía aquílea, también tiene molestias en el soleo. «Lentamente, pero está mejorando mediante un tratamiento de fisioterapia. Estuvo entrenando al margen del grupo y no me atrevo a asegurar que pueda estar para jugar ante el Zamora. Desde luego, si llega, estará muy justo», aseveró González.
El caso más complicado es el del punta Jorge Molino, con una contractura en los isquiotibiales de la pierna izquierda. «Este tipo de dolencia es imprevisible y su recuperación, también. Tengo muchas dudas en su recuperación y confío en que los fisioterapeutas puedan mejorar su estado físico», concluye el doctor Ángel González.
Por su parte, el preparador físico del Palencia, Hugo Arroyo, también está intensificando sus horas de trabajo con los lesionados. «Estiramientos, hielo y masajes son fundamentales en su posible recuperación, que está a cargo de los fisios. Luego, ya sobre el césped, realizan una serie de trabajos específicos. Hasta el sábado no sé cómo estarán todos», concluyó.
fuente: El Norte de Castilla

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