El Palencia está vivo, aunque por el camino estuvo a punto de provocar infartos a sus seguidores e incluso al propio técnico, Calderé, que producto de la tensión acumulada sufrió un mareo al acabar el encuentro.
Ayer se jugaba no sólo la permanencia, sino, posiblemente, la existencia. No era un partido cualquiera. Era el ser o no ser. Consciente de ello, el Palencia salió intenso, dominador, generando múltiples ocasiones de gol ante una Arandina que ofreció en este primer acto una pobre imagen. Gracias a la actuación de su portero Álex (hijo del legendario ex jugador morado Salvi) y al desacierto rematador local (no es casualidad que sea uno de los equipos menos goleadores de todo el país desde Primera a Tercera) los burgaleses no se retiraron al descanso con un marcador desfavorable.
Entre la ansiedad de los locales y la mejoría de los visitantes, el partido tomaba cierto equilibrio. Cuando menos, las ocasiones locales no eran tan numerosas y hasta los burgaleses aparecieron por primera vez. En esta situación de querer, pero no poder, de no llegar el gol, pero sí la angustia, fueron los veteranos los que tiraban del carro, los Serrano (que volvió a ser el mejor y el que más peligro generaba), Pelayo (que aun diezmado dio orden) y Durántez (que volvió a destaparse como goleador).
El partido dio un giro en el minuto 65. Un cara a cara entre Canario y Cristian acabó con la expulsión del arandino. Quedaba casi media hora por delante. Desde ese momento, el Palencia volvía a ser el dominador. Calderé colocaba en el campo a jugadores más creativos y ofensivos. Incluso, segundos antes del gol, estaba previsto el cambio del juvenil Manu.
Por fin llegaba el tanto que le dio el triunfo y a la par media vida. Con el marcador en contra, la Arandina corrió riesgos. Aunque fuese en inferioridad, tenía que jugárselo todo a una carta para, cuando menos, empatar. El de ayer era un partido de siete puntos, (tres que se sumaban, tres que no lograba el rival y el golaverage particular en juego) al ser rivales directos. Tuvo ocasiones claras el Palencia para sentenciar, contras en superioridad numérica, pero no lo hizo y acabó sufriendo.
Principalmente, por el nerviosismo de los locales, porque los visitantes, ya sin nada que perder, y por las acciones a balón parado que generaron un continuo temor. El pitido final fue un alivio. El Palencia había salvado una bola de partido. Durántez se encargó de poner un uno en la quiniela a un partido que debió quedar sentenciado en la primera parte para evitar sustos posteriores.
El Palencia abandona los puestos de descenso. Deja en esa posición a la Arandina, a la que saca un punto, más el golaverage. Empataba en la general con la Real Sociedad B, que marca el puesto de salvación directa, pero quedando por detrás por el doble enfrentamiento adverso. Hay vida, hay esperanza, aunque sea a base de dar trabajo a los cardiólogos.
MINUTO A MINUTO
MIN. 1, 7, 18, 20, 30, 35
SEIS OCASIONES DEL PALENCIA
Álex, portero de la Arandina, salvó a su equipo de irse al vestuario con un marcador muy adverso. En el primer minuto desvió un remate de Jandro y luego a Durántez tras libre directo, a Serrano. Canario no culminó una clara contra, Durántez envió fuera y Carril no llegó a un gran centro de Serrano. La Arandina ni se acercó.
MIN. 53
ÚNICO DISPARO VISITANTE
Gabi empalmó un balón en el punto de penalti, estrellándose el balón en la parte superior del larguero.
MIN. 65
LA ARANDINA SE QUEDA CON 10
Canario y Cristian se encaran. Ambos caen al suelo. El arandino es expulsado, mientras que el palentino es atendido por un corte en el labio.
MIN. 75
GOL DEL PALENCIA
Internada de Carril, dispara escorado, rechaza Álex, pero Durántez, que acompaña la jugada, remata a portal vacío. Tras esta acción, el Palencia dispuso de varias contras para sentenciar, como un remate al larguero de Molino, pero acabó pidiendo la hora en un final de infarto.
fuente: diario palentino
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