Una comida y una capea para festejar la permanencia

La expedición del Club de Fútbol Palencia llegó a las 7:30 horas de ayer a la ciudad tras un largo viaje de 725 kilómetros desde Lorca. Había ganas de celebrar la permanencia y despedir la temporada desde el mismo momento en que acabó el partido ante el Lorca Atlético, por lo que comenzaron los preparativos. Tras la conclusión del encuentro en tierras murcianas, varios de los jugadores se pusieron en contacto con José Antonio León, propietario del restaurante El Chaval de Lorenzo, para que cumpliera con la promesa que les hizo: invitarles a una comida si conseguían salvar la categoría. «Creía que el lunes iba a ser el peor día para ellos porque iban a llegar muy cansados, pero está claro que tenían ganas de celebración y han sido los primeros en apuntarse a la comida y en recordarme la promesa», explicaba ayer el hostelero José Antonio León.
Una vez finalizada la comida, todos los integrantes del club se prepararon para viajar hasta la localidad de Calzada de los Molinos para participar en una capea, dentro de un ambiente festivo y lúdico.
La alegría de cobrar
Los jugadores y el cuerpo técnico tuvieron ayer otra alegría más que se sumó a la de la permanencia: la de recibir algo del dinero de los sueldos atrasados gracias a la recaudación que se obtuvo en el partido en La Balastera frente al Lorca Atlético. «Justo cuando llegamos a Palencia me trajeron el dinero y se repartió entre todos. La media que recibió cada jugador fue de unos 400 euros, aunque unos recibieron una cantidad y otros, otra», manifestó ayer aún un tanto somnoliento el presidente Chema Torres.
El presidente, que por superstición no quiso abonar este dinero antes de jugar el partido en Lorca, ha cumplido con su promesa de pagar a la plantilla al regreso. «Tenía un mal presentimiento porque las pocas veces que les hemos pagado han perdido el siguiente partido. Reconozco que ha sido una cabezonería mía, pero finalmente ha salido todo bien», concluyó.
fuente: Norte de Castilla