El Palencia liga su salvación al adelanto de la campaña de socios de tres temporadas

El último salvavidas del Palencia pasa por tres proyectos presentados por los socios en la asamblea extraordinaria celebrada ayer. Como era de esperar, la cita, considerada vital para la supervivencia de la entidad, no trajo consigo a ningún rey midas o a un jeque del petróleo que terminara con un cheque en blanco con los problemas del Palencia.
Después de aprobar las cuentas de la pasada temporada, en las que se certificó que la deuda real de la entidad es de casi dos millones de euros (1.979.540,19 euros), a falta de que el club perciba o no las subvenciones de las instituciones, se marcaron las tres actuaciones en las que se trabajará para tratar de evitar la desaparición.
José Luis Varillas, socio número siete, invitó a los aficionados a adelantar los abonos de tres temporadas –valorado cada uno en 200 euros– para terminar con el embargo al que está sometido el club, y obligar a las instituciones «a cumplir con su deber moral» e ingresar las subvenciones. La propuesta de Varillas, aceptada por una directiva en la que el presidente, Chema Torres, desveló estar dispuesto a perdonar el 50% del préstamo realizado a la entidad, tuvo las reticencias de algunos abonados. «No todos tenemos las mismas posibilidades económicas», contestó una socia. Aún así, la actuación más inmediata será que la campaña de socios de las tres próximas temporadas se adelantará para tratar de hacer frente a los casi 500.000 euros que necesita el Palencia para mantener su plaza en Segunda División B. La directiva necesita 300.000 para pagar a los jugadores, con los que ha llegado a un acuerdo para que solo perciban el 75% de la deuda contraída con ellos antes del 30 de junio –salvo en dos casos–.
El resto del dinero corresponde a la fianza que necesita la entidad para mantener la plaza en la Real Federación Española de Fútbol.
La segunda propuesta, presentada por Carlos Rodríguez y también aprobada por la asamblea extraordinaria, obligará al Palencia a triplicar su masa de abonados para mantener sus constantes vitales. «Si cada socio traemos a tres más, las cuentas salen», comentó Rodríguez, quien también solicitó que se bajarán los precios de los carnés de socio «para poder llegar a más palentinos e intentar lograr ser 7.000 abonados».
Al final, se aceptó también la propuesta, pero el descenso del abono, presentado ayer también, se limitará a que los nuevos socios se beneficien de los mismos precios que los antiguos.
La última medida, de Julio Casero y aprobada por una asamblea que no obvió la falta de subvenciones por parte de las instituciones y la «heroicidad de los jugadores y del cuerpo técnico», al salvar del descenso al Palencia en los terrenos de juego, fue la de que cada socio deberá vender un talonario más para el sorteo benéfico del 8 de julio. Las papeletas, por las que cada abonado pagará 125 euros y que tendrá que vender para recuperar su dinero, tendrán que retirarse del club antes del 20 de junio.
La temperatura del salón de actos de Caja España-Duero donde se llevó a cabo la reunión ascendió considerablemente entre las personas que defendieron el papel de las instituciones y las que, por contra, atacaron la falta de ayudas. «Quizá vosotros podáis hacer algo más que nosotros. Quizá todos juntos», indicó el presidente, Chema Torres. «Les estamos haciendo una publicidad gratuita y llevamos sus logos y el nombre de la ciudad por toda España», matizó el vicepresidente económico, Juan Carlos Rodríguez.
La directiva también aprovechó la asamblea para desvelar que lleva unos meses trabajando en dos caminos. El primero, relacionado con un préstamo con intereses que le ofrecen a distintos empresarios; y el segundo vinculado con la Ley Concursal. «Hemos estado hablando con administradores. El problema es que no tenemos activos... Si el Ayuntamiento nos arrendara el estadio, como por ejemplo al Valladolid, con un plazo de treinta años, tendríamos algo tangible. Ahora mismo, nuestros activos son los socios», analizó Juan Carlos Rodríguez.
fuente: Norte de Castilla