Los jugadores del Palencia, sobre todo los de fuera de la provincia, saben que su permanencia en el club se antoja prácticamente imposible. «Sabemos que el club ha diseñado un plan de viabilidad que pasa por tener más jugadores de la casa y de otro perfil», admite el central Rubén López.
Precisamente, el central catalán es uno de los que ya tiene las maletas preparadas para abandonar La Balastera. López, quien aún estará en Palencia dos semanas más por temas personales, ya tiene un preacuerdo con un club europeo. «El fútbol español está muy mal. No sé puede fichar por un club que te asegure el cobro al día...», indica un jugador que ya en el mercado de invierno recibió la llamada del Vecindario. «Ha bajado a Tercera, así que las opciones se han evaporado», señala el zaguero morado.
No será el único que abandone la disciplina palentina. Jorge Molino ya planifica su pretemporada con el SCR Altach austriaco, que esta campaña ha militado en la Segunda División, y que ha terminado segundo. «Estamos citados el 8 de junio, por lo que apenas voy a tener tiempo de descanso», indica el ariete madrileño, quien admite que entró en conversaciones con la entidad centroeuropea a través de Rubén López. «Conoce a uno de los representantes del club, que es español, y nos pusimos en contacto. Vieron mi trayectoria y tenemos un preacuerdo, aunque tendré que ganarme el contrato en un periodo de prueba», subraya Molino, quien considera que la temporada con el Palencia no ha sido la mejor desde un prisma personal. «Como equipo no se nos puede poner ni un solo pero, pero en lo personal no he tenido la regularidad deseada», lamenta el delantero, ex del Atlético de Madrid, con el que llegara a debutar en Primera División. Molino seguirá los pasos de otros futbolistas nacionales, como el canario Ione Jiménez, quien fichó procedente de la UD Las Palmas.
El madrileño cree que pocos jugadores de la actual plantilla del Palencia continuarán la próxima temporada. «La situación no invita a ser optimistas en ese sentido», comenta. Un pensamiento con el que coincide Rubén López, quien admite que ha vivido una de las peores campañas de su vida. «No quiero que se me malentienda, porque estoy muy contento en Palencia y muy agradecido a la afición, pero he terminado agotado. No físicamente, pero sí mentalmente. Es mirar por la ventana y ver La Balastera, y sufro», afirma un futbolista que cree que el equipo tenía potencial para mantenerse de sobra. «Con el Lorca, no hemos sufrido especialmente, pero que a nadie se le olvide que lo que hemos logrado ha sido un milagro. Y lo digo yo que he jugado en los cuatro grupos de Segunda B, y este ha sido el más competitivo que me he encontrado», indica López.
fuente: Norte de Castilla
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