jueves, 24 de mayo de 2012

El último servicio de Calderé



 El del domingo será el último partido de Ramón María Calderé como entrenador del Palencia. Podría ser también el último de la entidad morada, pero esa es otra batalla que desde el lunes próximo tiene que ganar la Directiva de Chema Torres: la lucha por la superviviencia.
Calderé quiere dejar al Palencia en Segunda División B, con independencia de lo que posteriormente ocurra. El pasado lunes, en La Jornada, a modo de despedida, habló largo y tendido del año que ha pasado en tierra palentinas «que, aunque parezca mentira se me ha hecho muy corto» y de su futuro inmediato, que todavía no está claro. «Tengo alguna cosa para irme con Tintín Márquez a Qatar y de un equipo de Tercera catalán. No sé lo que haré, pero no quiero estar parado».
Pero antes, su único objetivo es dejar al Palencia deportivamente en Segunda División B. «Tengo una deuda con Palencia y conmigo mismo. No he parado de pensar si no he podido hacer un poco más para haber logrado, cuando menos, un punto más para haber evitado esta fase de promoción. Es la duda que me asalta y por eso quiero olvidarla logrando la permanencia. Lo increíble es que con 46 puntos se tenga que jugar esta fase. Jugarse la permanencia en 180 minutos es muy fuerte. Yo creo que la Federación debería, cuando menos, recompensar a los que más puntos hayan logrado y que el partido de vuelta se juegue en su casa. Pero bueno, nos ha tocado así y hay que asumirlo».
El técnico morado se irá con el recuerdo de un vestuario «irrepetible. Es una plantilla comprometida, sin excepción. Hay jugadores con una enorme personalidad que han tirado del grupo en los peores momentos. En cualquier otro equipo y en estas mismas circunstancias tan adversas que hemos pasado, hace tiempo que estarían descendidos. Hay que recordar que en diciembre ya pudieron irse y prefirieron quedarse para salvar al equipo».
Vino con la aspiración de poder luchar por el play-off, pero pronto se dio cuenta que era un imposible con las limitaciones deportivas y económicas. «Estoy viviendo una experiencia nueva, la promoción de permanencia, y durante la temporada he vivido también situaciones para mí desconocidas. Lo que sí puedo decir es que mi estancia en Palencia me ha enriquecido en todos los aspectos. Creo que me voy siendo mejor entrenador que cuando viene aquí».

JUANJO Y HUGO. Calderé tiene totalmente decidido no seguir en Palencia, con independencia que el club logre salvar su grave situación económica. «Problemas económicos al margen, en Palencia me he sentido feliz. Me han tratado fenomenal, la afición es maravillosa, la ciudad es acogedora, mi mujer está encantada, pero yo creo que el banquillo del Palencia tiene que estar ocupado por estos dos fenómenos que tengo ayudándome, Juanjo y Hugo, y no por mí. Mi relación con ellos va más allá del tema profesional, es de amistad. Por eso hay que luchar para que este equipo y este club estén en Segunda B. Ellos están capacitados para sacarlo adelante».
Calderé se deshace en elogio para ambos. «Cuando vine me hablaron de ellos, que eran muy buenos, y se quedaron cortos. El pasado domingo, por ejemplo, la jugada del segundo gol. Es una acción fabricada por Juanjo en la sesión de entrenamiento del día anterior. La ensayó hasta la saciedad, después de analizar cómo defendía el Lorca Atlético, y salió a la perfección, tal como se había entrenado. Y como esas ha habido muchas a lo largo de la temporada».
Y sobre Hugo Arroyo también salieron palabras de elogio. «El domingo podía parecer en la primera parte que estábamos mal físicamente, pero la verdad es que les pasamos por encima en este aspecto físico en la segunda mitad. Es increíble cómo está el equipo en el apartado físico con todos los problemas que hemos tenido y con sólo 17 jugadores en una temporada tan larga y todo eso es gracias a Hugo Arroyo. ¡Cómo me voy a quedar yo cuando están estos dos fenómenos! Que nadie lo dude, el futuro del Palencia tiene que pasar por ellos. Está clarísimo», manifestó.
fuente: diario palentino


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