miércoles, 29 de agosto de 2012

Goles por el santo

En honor de San Antolín, el Palencia se dio un baño de moral para olvidar los titubeos del encuentro liguero ante el Racing Lermeño del pasado domingo. Repitió resultado (2-1), pero la imagen y la suficiencia ante un rival cuyo DNI marca Segunda B invita a confiar en que el equipo crece día a día.
Bien es cierto que el Salamanca no aterrizó en La Balastera con su equipo de gala, ni que tampoco apretó el acelerador en momento alguno, pero el conjunto local también aprovechó el trofeo de fiestas para probar. Joaquín Poveda retrasó a Pelayo al centro de la defensa y le observó como zaguero, mientras Tirso y Jairo esperaban su oportunidad en el banquillo.
También volvió a dar minutos al cadete Jesús Torres, quien no tuvo su mejor día, pero que tampoco desentonó ante un rival que no atraviesa su mejor momento histórico, pero en el que la camiseta sigue pesando, y mucho.
Probó Poveda, quien ubicó a Pucho como pivote, y el levantino demostró estar recuperado de las molestias que le apartaron de la primera convocatoria liguera. Espera el Ávila el domingo, y el centrocampista podría entrar en la lista, al igual que Rubén Pérez, quien ayer recibió el tránsfer de la federación gallega y por lo tanto estará a disposición del entrenador alicantino.
El Palencia, que dominó el choque –salvo en los diez minutos finales– desniveló la balanza mediada la primera mitad, con un tanto de bella factura de Aarón, quien volvió a demostrar estar un par de peldaños por encima de la categoría, por lo menos en lo que respecta a calidad individual. Lo agradeció el escaso público que asistió al Trofeo San Antolín.
El jugador vallisoletano ejecutó a la perfección un libre directo tras una inocente falta de Manasé al borde del área. Interior-empeine derecho y el balón que se cuela en la portería de un meta visitante que facilitó que el primer cetro de fiestas fuera para el anfitrión. Mario Villoria escogió mal en casi todas sus acciones y a punto estuvo de propiciar la goleada de los locales. Pero Canario se guardó la pólvora para la Liga y erró en dos ocasiones clarísimas. Su equipo tuvo que esperar a que Héctor aprovechara una nueva salida en falso del guardameta visitante para cabecear el segundo (min. 56). Gol y festival de cambios en un Palencia que se relajó, sobre todo en la recta final, en la que Borja Sánchez acortó distancias y suturó la herida de un Salamanca que sufrirá.
fuente: Norte de Castilla

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