El Burgos, su bestia negra

El Burgos remontó el tanto inicial del Palencia y se llevó un triunfo, el cuarto del curso ante los morados, para dejar de ser el colista. La explosión de júbilo de la afción del Burgos al final de un partido que corresponde a la jornada 21 de la Liga explica a la perfección la importancia de los tres puntos que sumó ayer el conjunto burgalés ante el Club de Fútbol Palencia (al que ha ganado cuatro veces, dos en esta campaña de la Segunda B y dos en la Copa Federación) en El Plantío. Ayer se pudo ver el nuevo equipo que propone Álvarez Tomé, o al menos gran parte. El técnico burgalés dio entrada a sus cinco fichajes ante los morados, el portero Jónathan, Chietino en el centro, Iray en la banda izquierda y Cabello y Arkaitz fueron los puntas. Pero quizás la clave del juego burgalés fue la posición de Troiteiro, en esta ocasión encargado de organizar el juego, protegido siempre por Chietino. La orden de su técnico a los locales era clara: había que tocar la pelota y evitar los pelotazos.Y mientras, era el equipo de Ramón María Calderé el que empezaba el partido por delante en el marcador. Un saque de esquina y otro gol en jugada de estrategia para el equipo morado. Era el minuto 5, cuando Molino cabeceaba a las redes un centro desde el córner de su compañero Rubén Reyes. Un palo duro para los locales, que llegaban al encuentro desde la última posición de la tabla y sin conocer todavía la victoria en El Plantío (sus tres victorias anteriores las había cosechado lejos de casa, una de ellas precisamente en La Balastera, en la primera vuelta). Y un gran inicio para el Palencia, que no perdía desde el mes de noviembre, inmerso en su mejor racha de la temporada.Pero el Burgos no varió su apuesta inicial. Y así, con acciones combinativas, comenzaron a llegar las ocasiones locales. El primer aviso fue un disparo de Cabello, al que siguió otro de Troiteiro. Otra de las incorporaciones burgalesas en el mercado de invierno, Iray, tuvo el empate tras rematar un córner y un detalle de calidad de Cabello dio paso al primer gol. Una rabona suya al borde del área provocó una falta. Yahvé lanzó y un defensa sacó bajo palos. El balón le llegó a José Rodríguez y su centro chut lo remató Chietino a gol (1-1).El gol hacía justicia pero el Burgos se complicaba la vida y un absurdo penalti de Chietino, que le pudo costar la expulsión, dio la mejor ocasión al Palencia. Sin embargo, Jónathan, en su debú, también quería tener protagonismo y desvió el lanzamiento del delantero Carril. El máximo goleador del equipo palentino no pudo sumar su quinta diana de esta temporada.El partido estaba roto, con un Burgos volcado hacia el área rival, pero dejando muchos espacios por detrás. Un remate de Iray o una caída de Cabello en el área dieron paso al descanso.Y sin apenas tiempo para que se colocasen los aficionados en sus asientos, el Burgos trenzó una magnífica jugada en la reanudación, con un sensacional pase de Cabello sobre Arkaitz y una perfecta definición del delantero vasco ante Mario Ruyales.El 2-1 devolvió el entusiasmo a la grada y al equipo local, que siguió mandando. Sin embargo llegaron sus primeros síntomas de fatiga. Entonces el Club de Fútbol Palencia, después de unos minutos de desconcierto, comenzó a apretar y lo hizo sobre todo en jugadas de estrategia y balones largos, haciendo sufrir y mucho a Castells, ayer muy bien secundado por Urbano en la zaga local.Los últimos minutos fueron una auténtica agonía, con varias acciones protestadas por los palentinos, una contra de Yahvé y una alegría desbordada de la afición burgalesa cuando el colegiado pitó el final del partido.Mientras, los palentinos vivivían una derrota después de seis jornadas sin perder, justo antes de recibir al Salamanca.