Ayer se cumplieron diez años de la muerte de uno de los directivos que han marcado época en la historia del Palencia, Alberto de la Corte.Ingresó en el club
morado, de la mano de J. Ignacio Crespo cuando el Palencia atravesaba uno de sus peores momentos deportivos (la peor clasificación en Tercera desde 1964) y económicos. Dedicado en cuerpo y alma, gracias a sus acertadas gestiones el Palencia logró anular el déficit e iniciar un
impulso en todos los aspectos, con una enorme visión de futuro. Con él en la vicepresidencia, se multiplicaron los socios, se aumentó el presupuesto, lo que posibilitó hacer equipos muy competitivos, se empezó a gestionar debidamente la publicidad estática e ingresos atípicos, se
dio una imagen de seriedad. Fiel defensor de los valores del club, impidió que fuese transformado en Sociedad Anónima Deportiva. Mirando al futuro, inició el proyecto, que tras su muerte no fue continuado, de adquirir los terrenos de La Salle en la carretera de Villalobón para
construir una Ciudad Deportiva y crear una fuerte cantera. Gracias a sus gestiones, en nuevo estadio de La Balastera se convirtió en realidad. No paró hasta convencer al Ayuntamiento de que era necesario un nuevo campo de fútbol. Incluso en su lecho de muerte telefoneó al que firma este artículo pidiendo que hiciese todo lo posible para que su sueño se convirtiese en realidad.Una hepatitis le privó de ver su obra, de ver el ascenso del Palencia en 2003, la inauguración del nuevo estadio en 2006. Siempre se dice que se van los mejores. En este caso, es una realidad. Con toda seguridad, con Tinín de la Corte vivo el Palencia no hubiese llegado de ninguna forma a la situación actual. El día que él murió se fue también un trozo de vida al club morado. La Misa de Aniversario tendrá lugar el próximo sábado, a las 19,30 horas, en la Iglesia de La Compañía.
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