«Ya no podemos más. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestra mano, pero ha llegado el momento de tomar una decisión, y mañana –por este domingo– no nos presentaremos para jugar». Es el mensaje sentido de David Durántez, uno de los capitanes del Palencia. El culebrón de la liquidación o no del club morado parece que llega a una de sus últimas páginas.
El previsible cierre de La Balastera, solicitado por el administrador de la entidad, Juan Barco Vara, al Ayuntamiento, y la presencia policial para asegurarlo, han sido los detonantes para que los futbolistas del Palencia hayan decidido no jugar con la Virgen del Camino, en el partido fijado para este domingo, a las 16:30 horas.
El tema económico también ha sido decisivo. «Necesitamos dinero ya, pero ya. Es la única forma de que el administrador pueda dar marcha atrás», comentó Durántez en la reunión de urgencia del pasado lunes con la plataforma de socios para salvar al club. Ese dinero no ha llegado. La cuenta de socorro de la entidad sigue con casi 26.000 euros. No se ha movido en las dos últimas semanas después de que el administrador decidiera poner fin a la actividad del Palencia. «Si llega un inversor y pone 240.000 euros, ¿por qué no íbamos a dar marcha atrás?», comentaron fuentes cercanas a la administración la pasada semana. Esa inyección de capital estaba centrada en un inversor de Barcelona, que está en la ciudad durante el fin de semana para negociar una posible aportación, según el abogado Pablo Menéndez-Santirso. «Está molesto porque no le ha recibido el administrador», refleja el letrado.
Sin embargo, la plantilla se muestra escéptica respecto a la presencia o no del inversor, y ante la falta de noticias y de soluciones, ha decidido no acudir mañana al encuentro ante el equipo leonés, y no emular lo sucedido hace siete días cuando el Palencia jugó en Bembibre, pese a la prohibición del administrador concursal.
fuente. Norte de castilla
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