–Siete meses después de su adiós forzado en La Balastera, su nombre vuelve a aparecer una y otra vez... ¿Tan alargada es la sombra de Óscar Mata?
–Lo último que quiero es que se vincule mi nombre al Palencia. Bastante ya tuve con mi salida, pero tengo que defender lo mío. Mi nombre sigue ahí, porque hay muchas personas que mintieron y trataron de dejar mi nombre por los suelos, y eso no lo consiento. Además, ahora mismo soy uno de los dos principales acreedores del club, junto a Hacienda y a Chema Torres. Tengo que luchar por lo que un día invertí.
–El Palencia le abonó una cantidad al principio de la temporada, ¿a cuánto asciende la deuda ahora mismo?
–Me pagaron 81.000 euros, de los 263.000 euros que adelanté, así que aún me deben 182.000.
–¿En esa cantidad se incluye el salario que tenía como empleado del club?
–No. Cuando comenzamos a negociar la forma de abonarme la deuda, puse como condición que me tenían que actualizar las nóminas que me debían correspondientes a los meses de julio, agosto y septiembre. A día de hoy, solo he ingresado los 4.000 euros correspondientes a una de ellas. Ahí está uno de los motivos por los que las negociaciones están paradas. Además, la actual directiva me tenía que presentar un plan de viabilidad para ver cómo pretendían pagarme.
–¿Se lo han presentado ya?
–Sí. Es un proyecto a cuatro años que creo que también lo han expuesto en el Ayuntamiento.
–¿Le han convencido?
–No se trata de convencer o no. Veo seriedad y buenas intenciones, pero creo que la viabilidad del club, de la que depende que yo cobre mi préstamo en parte, no puede pasar todo por el éxito o no de una rifa. Espero que tengan un plan 'B', yo al menos lo tendría, porque si no las cosas se pueden complicar muchísimo. No se puede llegar a una nueva situación límite. Es preocupante jugárselo todo a una carta...
–Desde fuera puede parecer extraño que acceda a negociar con la misma directiva que no le dejó terminar su proyecto en el Palencia...
–Bueno... (hace una pausa). Creo que en este caso, el presidente, Chema Torres, estuvo muy mal asesorado, y de ahí las consecuencias. Además, entiendo que es una de las posibles salidas para recuperar el dinero que un día presté a un club en el que me interesé por mis raíces y del que me siento parte. De todas formas, no creo que el principal problema del Palencia sea ahora mismo yo.
–¿Por qué dice eso?
–La mayor preocupación del Palencia tiene que estar ahora mismo en llegar al 30 de junio. Va a haber muchas complicaciones. Serán dos meses muy duros a nivel institucional, porque el club va a dejar a deber cinco nóminas a los futbolistas y en esa fecha se le juntan esas deudas más las que tiene contraídas con otros exjugadores... Todo va a ser más complicado que el pasado año.
«De Fuentes jugó a ser presidente»
Óscar Mata se siente engañado. Cree que vivió «una mentira» en el tiempo que formó parte de la directiva de Ignacio de Fuentes, a quien cree que controlaban desde la sombra. Asegura que en su vida empresarial nunca ha vivido una etapa así, y que pese a haberse hecho un asiduo de los juzgados, en su vida laboral solo había tenido un problema de esta índole con un constructor de Noja.
–¿Se arrepiente de haber entrado en el Palencia?
–No me arrepiento. Me lamento de que me engañaran de esa manera.
–¿Engaño? ¿Cómo es posible que a una persona con su trayectoria le engañaran?
–El fútbol es diferente. No todo es tan racional como en el resto de negocios y empresas. A mí, de hecho, nunca me había pasado algo así. Me dedico a invertir en unas empresas y otras, y me gusta estar al principio en ellas, pero lo que vi en el Palencia, de verdad, nunca me había sucedido. Me engañaron porque me vendieron aquello de 'Por un Palencia de Primera' y lo único real era el eslogan. Al principio, no me di cuenta, pero cuando pasaron dos meses, ya vi que en esa línea era imposible trabajar. Además de engañarme, me querían estafar. A principios de febrero les pedí que me dieran lo que había invertido y me iba. El informe del auditor fue demoledor y esta gente no tenía nada para hacer frente a las deudas. De Fuentes jugó a ser presidente y tiró un año por la borda. Su candidatura era una mentira. Me di cuenta que estaba solo. No recibía un duro, pese a tener un sueldo y lo peor es que no había ni intención. No era normal.
–Sin embargo, esa directiva alude a que todo eran problemas heredados de la anterior etapa de Alberto Villegas...
–Yo de eso no puedo hablar, porque no estaba. Pero sí estuve en la directiva de De Fuentes y todo era un desastre. Alberto Villegas a mí me echó una mano. No soy juez, ni sé lo que ha hecho, si ha hecho algo, pero demostró seriedad. Él, como presidente, supo rodearse de gente que sabía de fútbol.
–¿No cree que ha salido perjudica tras esta etapa?
–Sí es así, no ha habido motivo, porque, pese a lo que se haya podido decir, solo he tenido una denuncia que acabo de ganar al jefe de prensa del club.
fuente: Norte de Castilla
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