fuente: diario La Rioja.com
La pregunta : «Se queja De Paula de un penalti. ¿Qué le ha parecido?». La respuesta: «90.000. ¿Quieres que te diga algo más? Pues eso, 90.000. Por lo tanto que no se queje tanto. Eso es lo que cobra De Paula. Nosotros 20.000, y alguno un poco más. Por lo tanto que copien un poco a su entrenador Pepe Calvo que es un caballero. Menos quejarse y más orgullo para meter a este equipo en los puestos que se merece. Y no sólo los cobra él. Que tengan un poco de vergüenza y no se quejen tanto».
fuente: udlogrones.larioja.com
Comienza a estar acostumbrado este equipo a recibir halagos por parte de los entrenadores rivales. Valoran todos ellos la magnitud de la plantilla conformada por José Ignacio. Lo escuchamos en Guijuelo (3-0), lo mismo sucedió en Segovia (2-1) y esta misma argumentación se repitió ayer en Palencia. Calderé, técnico del Palencia, tan sólo repitió un discurso ya habitual: «El Logroñés es un grandísimo equipo y uno de los mejores que ha pasado por este campo».
La justificación, que todos estos técnicos han ganado a uno de los candidatos a estar arriba y buscan fortalecer sus posiciones desde la falsa modestia de una victoria por otra parte ya habitual. Y es falsa porque a día de hoy el equipo menor es la UD Logroñés. Y es habitual porque este equipo está acostumbrado a perder un día sí y otro también.
Cuando parecía que el año 2012 vendría cargado de grandes resultados, tras lo vivido como cierre del 2011 en Las Gaunas ante el Amorebieta, la UDL acaba nuevamente en la lona noqueado por un rival que ahora le iguala a puntos en la clasificación y le pone en un lugar del que será difícil salir, teniendo en cuenta los síntomas de este enfermo, analizados en sala de prensa por el mismísimo Pepe Calvo.
En su argumentación para explicar este nuevo golpe, el técnico habló sobre la mayor agresividad del rival. Y visto el primer tiempo, no conviene quitarle ni una letra a lo dicho. Correr no es lo mismo que apretar, tanto como que presionar no es lo mismo que perseguir sombras. No se puede dudar de la entrega del equipo, pero sí poner de manifiesto la ausencia de carácter para derribar, destruir, asustar, machacar al contrario. Algo que sí hizo el Palencia y que le sirvió para sumar un nuevo triunfo.
Ahora bien, convendría analizar los motivos por los cuales este equipo no es agresivo, no tiene carácter, se arruga ante la patada. Y lo que es más importante, sería muy útil valorar las razones por las cuales esta plantilla no juega como debiera. Si el balón estaba siendo desde la llegada de Pepe Calvo la gran noticia, ayer el cuero sufrió de lo lindo. Nadie lo quiso porque quizás no estuvieron bien colocados. Nacho no tiene capacidad para sacar el balón desde atrás sobre todo cuando nadie se le mueve por delante; el experimento de Manu García en el doble pivote fue un rotundo fracaso (flaco favor el que le hizo ayer Calvo a un jugador harto de malas decisiones); y Durán, sin ritmo, no aporta nada por la banda pero crece por el centro.
Todo esto fue obvio, y sin embargo Pepe Calvo reaccionó muy tarde. Manu García fuera cuando ya se perdía; Durán por dentro cuando ya había marcado el rival; y Nacho al banquillo para poner defensa de tres cuando quedaban sólo diez minutos. Y sin reacción en el banquillo, este equipo se diluye como ya lo hizo en Guijuelo. Los mismos futbolistas entran en un estado de enajenación que les impide jugar con precisión, defender con orden. En definitiva, analizar y ejecutar con competencia. Así se entiende que ayer en Palencia la UDL sólo probara al guardameta rival en una ocasión, fue Manu García de cabeza cuando ya se perdía el partido.
Orden rival
Y enfrente tan sólo se posicionó el Palencia de Calderé, no el Milan de Sacchi. Con orden y agresividad le sirvió para sacar a los timoratos blanquirrojos del césped y con una contra muy bien llevada por Canario y un gran remate lejano de Carril le bastó para ganar y con justicia por lo ofrecido por uno y otro equipo.
Aunque tampoco se puede pasar por alto el claro penalti que cometieron sobre David de Paula en el minuto 71 de partido. Agarrón dentro del área que le impidió progresar, y de nuevo otra mala decisión arbitral que lastra y mucho al equipo, destinado a pelear por mantener la categoría, una disputa que siempre gana el más agresivo. Ha llegado el momento de afilar los tacos.
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