El Quesos Cerrato Palencia se adjudicaba su primer partido de la temporada en la segunda fecha del calendario (descansó en la primera jornada) ante un bisoño Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón que plantó cara durante algunos minutos y que nunca se dio por vencido, pese a lo abultado del marcador (91-59).
El duelo se iniciaba igualado en su primer periodo, en el que por parte local fue Urko Otegui el hombre más destacado en ambos lados de la pista, con una enorme actividad en el apartado defensivo y ocho puntos (máximo anotador en esos diez minutos) en ataque. Un tiro libre de Óliver Arteaga abría un marcador que dominaba el equipo de Natxo Lezkano 10-4 con el primer triple desde la esquina de Quinn McDowell. No se escaparía, sin embargo, el Quesos Cerrato en ese cuarto, gracias a la anotación del peculiar base (siempre mirando el aro) Mo Soluade (siete puntos en el periodo y 13 al descanso), muy activo en ataque hasta el ecuador del encuentro.
Dos triples consecutivos del Clínicas Rincón, el segundo de Rubén Gutiérrez, situaban el 16-14. Respondía Roger Fornas con su especialidad, el triple, cerca del final de un acto que acabaría con un ajustado 21-17.
El segundo parcial fue el punto de inflexión del choque, con una primera mitad que seguía la tónica del primer periodo de equilibrio de fuerzas. Los visitantes mantenían el acierto, pese a la buena defensa palentina, hasta que se llegaba al 30-25 (triple de Soluade), a 4:25 del descanso. Lezkano detenía el encuentro con su primer tiempo muerto. Ahí cambiaba el devenir del duelo.
En esos cuatro minutos el Quesos Cerrato Palencia ponía una renta importante entre ambos equipos hasta alcanzar el tiempo de descanso con un tanteo de 47-32. Un parcial de 17-7 que aunque dejaba margen de recuperación a los malagueños para el resto del encuentro, divertía a la parroquia del Marta Domínguez. Al llegar al intermedio hasta tres jugadores palentinos superaban la decena de puntos (los interiores Otegui y Arteaga y McDowell), Fornas había disputado los primeros minutos de juego tras su esguince de tobillo y el técnico palentino había reservado a Jon Cortaberría pese a encontrarse disponible (efectuó la rueda de calentamiento, pero no arriesgó al tratarse de una lesión muscular, sin necesidad de hacerlo).
El tercer periodo suponía la sentencia del duelo y la aparición en escena del joven pívot Seydou Aboubacar. Lezkano le ponía en la cancha y el interior, que había perdido la víspera a su padre, se ganaba con su pundonor y entusiasmo a la grada palentina, que le despidió al final del choque con una sonora ovación.
En lo que respecta al juego, en esos minutos primero recortaba diferencias el Clínicas (47-36), pero los palentinos marcaban un 8-0 (entre Arteaga -máximo anotador local con 16 puntos- y un Xavi Forcada que se hinchó a repartir pases de canasta -nueve asistencias- durante el partido) abrieron la brecha (65-36 a 4:24). Los recambios que salían del banquillo no bajaban el ritmo (siete puntos de Guille Justo en ese periodo), para cerrar el cuarto con el 67-42.
Ni unos se relajaron ni los otros se rindieron, ofreciendo al menos al aficionado una bonita disputa en el cuarto acto. Claro triunfo de los de Lezkano antes de viajar a Ourense
fuente: diario palentino
El duelo se iniciaba igualado en su primer periodo, en el que por parte local fue Urko Otegui el hombre más destacado en ambos lados de la pista, con una enorme actividad en el apartado defensivo y ocho puntos (máximo anotador en esos diez minutos) en ataque. Un tiro libre de Óliver Arteaga abría un marcador que dominaba el equipo de Natxo Lezkano 10-4 con el primer triple desde la esquina de Quinn McDowell. No se escaparía, sin embargo, el Quesos Cerrato en ese cuarto, gracias a la anotación del peculiar base (siempre mirando el aro) Mo Soluade (siete puntos en el periodo y 13 al descanso), muy activo en ataque hasta el ecuador del encuentro.
Dos triples consecutivos del Clínicas Rincón, el segundo de Rubén Gutiérrez, situaban el 16-14. Respondía Roger Fornas con su especialidad, el triple, cerca del final de un acto que acabaría con un ajustado 21-17.
El segundo parcial fue el punto de inflexión del choque, con una primera mitad que seguía la tónica del primer periodo de equilibrio de fuerzas. Los visitantes mantenían el acierto, pese a la buena defensa palentina, hasta que se llegaba al 30-25 (triple de Soluade), a 4:25 del descanso. Lezkano detenía el encuentro con su primer tiempo muerto. Ahí cambiaba el devenir del duelo.
En esos cuatro minutos el Quesos Cerrato Palencia ponía una renta importante entre ambos equipos hasta alcanzar el tiempo de descanso con un tanteo de 47-32. Un parcial de 17-7 que aunque dejaba margen de recuperación a los malagueños para el resto del encuentro, divertía a la parroquia del Marta Domínguez. Al llegar al intermedio hasta tres jugadores palentinos superaban la decena de puntos (los interiores Otegui y Arteaga y McDowell), Fornas había disputado los primeros minutos de juego tras su esguince de tobillo y el técnico palentino había reservado a Jon Cortaberría pese a encontrarse disponible (efectuó la rueda de calentamiento, pero no arriesgó al tratarse de una lesión muscular, sin necesidad de hacerlo).
El tercer periodo suponía la sentencia del duelo y la aparición en escena del joven pívot Seydou Aboubacar. Lezkano le ponía en la cancha y el interior, que había perdido la víspera a su padre, se ganaba con su pundonor y entusiasmo a la grada palentina, que le despidió al final del choque con una sonora ovación.
En lo que respecta al juego, en esos minutos primero recortaba diferencias el Clínicas (47-36), pero los palentinos marcaban un 8-0 (entre Arteaga -máximo anotador local con 16 puntos- y un Xavi Forcada que se hinchó a repartir pases de canasta -nueve asistencias- durante el partido) abrieron la brecha (65-36 a 4:24). Los recambios que salían del banquillo no bajaban el ritmo (siete puntos de Guille Justo en ese periodo), para cerrar el cuarto con el 67-42.
Ni unos se relajaron ni los otros se rindieron, ofreciendo al menos al aficionado una bonita disputa en el cuarto acto. Claro triunfo de los de Lezkano antes de viajar a Ourense
fuente: diario palentino